Primero fue la visión. Después, la licencia. Hoy, el terreno ya se transforma.
Febrero fue el mes en que la obra de Action Living pasó del papel al subsuelo. Finalizamos el movimiento de tierras —una etapa invisible para muchos, pero fundamental para todos— y avanzamos con las excavaciones profundas que darán soporte a la estructura del edificio. Las pilas ya se están formando, y con ellas, los cimientos físicos de una idea que nació con propósito: redefinir cómo se hospedan quienes entrenan con disciplina.
No se trata solo de remover tierra. Cada metro cúbico excavado responde a un cálculo, a una norma, a un compromiso con la ingeniería bien hecha. La buena arquitectura empieza por abajo.
El cronograma se cumple. La obra se mueve. Y la promesa se materializa. En paralelo, el equipo técnico prepara el inicio de zapatas y el vaciado de fundaciones. La secuencia es clara, y el ritmo también: construir con precisión para entregar un activo hotelero diferenciado, rentable y alineado con una necesidad real del mercado.
No son avances espectaculares a simple vista, pero sí son los más importantes. Son los que no se pueden improvisar. Son los que garantizan que lo que viene pueda sostenerse —literal y financieramente— por mucho tiempo.
Desde MACCA agradecemos a cada inversionista que hace parte de esta etapa. Su confianza es el motor que nos permite seguir excavando con certeza.
Nos vemos en el siguiente avance. Lo que ahora está bajo tierra, muy pronto estará por encima de todo.
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Equipo MACCA
Desarrolladores de Action Living